¿Cómo pueden los oficiales de la policía detectar amenazas con drones y que pueden hacer si se determina que un drone es una amenaza?
Las amenazas de estos dispositivos no se limitan a las quejas de los drones teledirigidos de bajo vuelo, sino que incluyen el peligro para los helicópteros y aviones de pasajeros comerciales, edificios gubernamentales, corporativos con centros de datos importantes e instalaciones correccionales como cárceles y reclusorios, por nombrar algunos. Hay aproximadamente 100 registros de situaciones cercanas o avistamientos cada mes entre aviones comerciales y drones en todo el mundo y algunas aerolíneas comienzan a incluir en sus adiestramientos de pilotos el manejo de emergencias por interferencias con drones en el espacio aéreo.
Desafortunadamente, no hay mucho que un oficial convencional pueda hacer cuando se enfrenta ante una amenaza de drone porque todavía estos cuerpos no cuentan con la capacitación y solución para detectar y neutralizarlo.
Disparar a un drone, por ejemplo, es ilegal, así como imprudente hacerlo. Mientras que mucha gente cree que los drones son juguetes, el gobierno deja claro que son clasificados como aeronaves y por lo tanto no pueden ser derribados así de fácil. Según el Código de Estados Unidos 18 USC § 32 (a), la destrucción de aeronaves puede resultar en una multa y prisión de hasta 20 años. También es peligroso que los oficiales intenten derribar a un drone, ya que los disparos errantes contra el dispositivo podrían dañar a otros o al golpear el drone podrían causar que se estrellara incontrolablemente y lesionara a los que estaban en el suelo, causando un problema que pueda salirse de control.
Otra solución a menudo discutida para desactivar un drone es “jammear”, lo que es básicamente atascar su frecuencia de radio y obligar a que el drone entre en sus procedimientos de seguridad como “Regresar a Casa” (lugar de donde despegó y ubicar al piloto) o “Aterrizar”, o por otro lado hackearlo para tomar el control del dispositivo y darle instrucciones bajo comandos pre-programados. Sin embargo, esto también es ilegal en algunos países y no hay excepción que permita a las fuerzas de seguridad romper esta ley federal. En Estados Unidos la Ley de Comunicaciones de 1934 prohíbe a cualquier persona fabricar, importar, comercializar, vender u operar dispositivos de interferencia dentro de los Estados Unidos (47 U.S.C. § 302a (b)), sin embargo existen formas de hacerlo legalmente.
Finalmente, algunos sugieren usar un drone para capturar a otro por medio de una red o simplemente aplicando el “pajarazo”, en el aire, algo así como un Halcón a una Paloma. Sin embargo, aquellos que realmente han operado un drone reconocen que no es la mejor opción pues implica tener un policía piloto con mucha habilidad en cada sitio. Además, existe el riesgo de comprar ‘de a gratis’ una responsabilidad, pues si alguien intercepta un drone, esa persona es ahora responsable y responsable de ambos dispositivos.
Así que para todo lo anterior, mi sugerencia es detectarlos y ubicarlos con anticipación, crear protocolos para actuar durante el evento y creanme que la vida será más fácil. Es cierto que cualquiera vuela drones pero también es cierto que detectar drones es un reto en el que no cualquiera logra tener éxito. Para los que nos hemos dedicado por años al aeromodelismo, seguridad perimetral y uso de la tecnología sabemos cuál es el talón de Aquiles y que la forma donde no existe seguridad es llegando por aire, toda la seguridad se enfoca a lo terrestre, es más, todas las cámaras apuntan en dirección del piso, pero ahora tendrán que ir algunos sensores enfocados al cielo.
No es imposible lograr detectar una computadora que flota en el aire si se cuenta con el equipo necesario. La tecnología se ataca con tecnología y procedimientos definidos, sólo hay que conocer bien como se operan los drones y ¡bingo!… Detecta → Decide → Derrota. En el caso de Estados Unidos la FAA está trabajando actualmente con varias compañías para desarrollar y probar equipos de detección de drones que puedan localizar drones y operadores. La FAA se ocupa principalmente de los drones que interfieren con los aviones comerciales y de pasajeros, por lo que gran parte de su trabajo se centra en los aeropuertos. La esperanza es que tal tecnología pueda utilizar sensores en varios lugares alrededor de un aeropuerto para triangular la ubicación de las señales del drone y poder conocer su ubicación con exactitud.
Ya no es ciencia ficción, ya podemos detectar los drones que
crucen el espacio aéreo que sea vulnerable y proteger instituciones privadas, gubernamentales, aeropuertos, estadios de futbol o algún otro evento deportivo o porqué no hasta la propiedad de algún político o nuestro presidente en los Pinos.
El riesgo lo veo todos los días en diferentes grupos de las redes sociales; por ejemplo, algunos estacionando drones en las azoteas de corporativos para hackear antenas de wifi y escuchar el tráfico en la red, otros organizándose para ir juntos a volar sobre el estadio Azteca y lograr la fotografía de los mil likes, otros mostrando sus hazañas de riesgo para mostrar su gran habilidad en el control y otros siendo apedreados por la pérdida de señal con el drone que tenía a 300 metros de altura… Así es… la altura por la que transitan helicópteros.
¿Pero cómo podemos detectar algo que mide 40 centímetros y se controla desde muy lejos?
Tal cuál como se protegió el espacio aéreo durante el debate entre Hillary Clinton y Donald Trump el año pasado y el Foro Económico Mundial en Davos en Enero de este año.
Utilizamos un sensor que escucha la radio frecuencia del transmisor del drone desde el momento en que se enciende, éste puede estar hasta 1km de distancia –algo así como la campanita que se escucha cuando alguien entra a una tienda y el dueño sabe que abrieron la puerta- lo que nos da la oportunidad de que en el 80% o 90% de los casos detectemos la posible operación del drone antes de despegar y se tenga tiempo para hacer algo, –el equivalente en la tienda a que el dueño deje de leer su revista y sepa quien entra.-
Por otra parte mientras el software del sistema simultáneamente registra en una base de datos la fecha y hora del evento. En el caso de los drones más comerciales podemos conocer marca, modelo y hasta la MACAddress (Identificador único del fabricante), mismo que debió haber sido registrado previamente en la DGAC antes de operar y si fue un ataque terrorista, al menos ya tenemos más datos para integrar en una investigación.
Pero no todo queda aquí y con esto no es suficiente, para hacer más robusta la solución, ésta cuenta con cámaras y micrófonos que apuntan al cielo ya sea de forma permanente o portátil para moverse fácilmente y con estos constantemente se cotejan los objetos con una base de datos y se registra la actividad para una futura diligencia o monitoreo continuo de estas actividades en la región.
Las alertas generadas por el sistema son capaces de enviarse de diversas formas email, VoIP, walkie talkie, SMS, altavoces y/o luces estroboscópicas hasta poder activar automáticamente o bajo comando un discriminador de señal “jammer” sólo en la frecuencia que se requiere con previa autorización del Instituto Federal de Comunicaciones IFT para tomar control de la situación.
Seis pasos de la respuesta a la Ley
En Estados Unidos la FAA ha tratado de abordar las preocupaciones mediante la emisión de un documento de respuesta a la aplicación de la ley que describe un plan de seis pasos para cómo la policía debe responder a un incidente relacionado con drone. Estos pasos incluyen procedimientos que muy bien pueden ser tropicalizados en México y cualquier otro país de América Latina:
- Identificación de testigos y entrevistas
- Identificación del operador (piloto)
- Visualización y grabación de la ubicación del evento
- Identificar ubicaciones, eventos o actividades sensibles
- Procedimientos de notificación
- Recolección de evidencia
La intención es que estos pasos proporcionen orientación a las agencias para desarrollar procedimientos operativos estándar (por sus siglas en inglés SOP= Standard Operating Procedures) con respecto a la respuesta de amenazas con drones. Un SOP debe incluir las acciones inmediatas que los agentes de seguridad deben ejecutar y quienes deben notificar cuando se trata de amenazas drones. Dicha respuesta puede incluir ubicar y contactar a los operadores de drones y educarlos sobre la operación segura de los drones.
Los oficiales también podrían reportar y enviar información sobre el incidente y el operador a la DGAC en México, FAA y/o a la National Transportation Safety Board en el caso de Estados Unidos.
Si el incidente es considerado grave o potencialmente criminal por naturaleza, los oficiales pueden optar por llevar al operador en custodia para una investigación más profunda, pero pudiera ser difícil de probar si no se reúnen todos los elementos necesarios para proceder, así que por eso es importante tener un registro del evento que aporte valor a una investigación. Todos estos pasos se deben insinuar en el procedimiento operativo de una agencia de seguridad.
Uno de los problemas pendientes para la policía sigue siendo la cuestión de la jurisdicción. Cuando la policía responde a un incidente o queja tradicional, los oficiales siguen políticas y procedimientos jurisdiccionales que corresponden a las leyes municipales, estatales y federales. Sin embargo, durante la investigación de una denuncia de drones, la jurisdicción puede ser desconocida: Aún no está claro qué agencia debe responder a un incidente relacionado con el drone.
Formación de los usuarios en un esfuerzo para buscar el cumplimiento
Una forma en que la policía puede intentar mitigar los problemas con los drones es educando al usuario sobre las regulaciones de la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC). Los operadores de drones, especialmente los aficionados, a menudo no saben o entienden las reglas de la DGAC, pues aunque existe documentación y una circular expedida por esta institución CO-AV-23-10-R3, ésta es difícil de comprender y aburrida de leer para usuarios que sólo buscan divertirse. Las agencias policiales deben trabajar para educar y asociarse con los ciudadanos y otras partes interesadas de la comunidad para que todos estén en la misma página. Llevar a cabo actividades de divulgación educativa para las partes interesadas, tales como aeropuertos, escuelas y otras organizaciones, puede ayudar en el cumplimiento de los drones y una mejor comprensión de las normas y reglamentos con eventos, cápsulas en video en redes sociales, papelería con información muy clara y concreta.
Este esfuerzo de divulgación tendrá que hacerse de manera continua y fácil de digerir por público común y corriente, de acuerdo con los esfuerzos de la DGAC para emitir reglas y regulaciones poco sistemáticas con respecto a la operación del drone. Dado que el número de drones sólo se espera que aumente drásticamente, es obligación de las agencias de policía preparar a sus oficiales para abordar las situaciones que involucran estos dispositivos aéreos no tripulados de la mejor manera.
Anexo un video del domingo pasado 21 de mayo durante el partido de Baseball de los Padres y Arizona Diamondbacks en el estadio Petco Park en San Diego. Durante el juego una personas aparentemente desde afuera del estadio entró volando con un drone y “perdió el control” o intencionalmente se estrelló contra las tribunas siendo que este estadio está a 3 kilómetros del aeropuerto internacional de San Diego al piloto no le importó.
¡Si no actuamos para evitar estas amenazas, es sólo cuestión de tiempo!… el Espacio Aéreo es vulnerable.
Pedro Matabuena
Consultor en sistemas de aeronaves no tripuladas
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